En los últimos meses, diversas compañías han anunciado la firma o la intención de firmar contratos de suministro de electricidad a largo plazo (“PPAs” por sus siglas en inglés Power Purchase Agreement). Las principales razones para este incipiente interés son dos: económicas y reputacionales. Es decir, gracias a la firma de PPAs las compañías obtendrán ahorros y una estabilidad en el precio de la luz y además, muestran así su compromiso con el medio ambiente.
Los PPAs están convirtiéndose en la manera natural, libre y transparente donde se encuentran la oferta y la demanda de electricidad, dada las ventajas que ofrece para ambas partes y prueba de ello es la reciente evolución de este mercado.
Figura 1: Evolución del volumen mundial de PPAs (GW) firmados. Fuente: Bloomberg
Para entender cómo ha sido posible el desarrollo del mercado mundial de PPAs en tan pocos años, es necesario conocer su contexto y especificidades::
Por parte de la oferta:
- Se ha asistido a una liberalización de los mercados eléctricos, permitiendo la entrada de nuevos generadores independientes (IPP);
- Mayor competitividad del precio de energía producida de las tecnologías renovables (LCOE);
- Final del periodo de subvenciones e incentivos a todo tipo de tecnologías y que han producido un distorsionamiento en los precios.
- Necesidad de cubrir la volatilidad del mercado eléctrico mayorista.
Por parte de la demanda:
- Se han obtenido unos precios más baratos de la electricidad;
- Existe una mayor estabilidad en el precio de la electricidad;
- Y una mayor concienciación acerca de recursos sostenibles.
A continuación, se muestra la evolución reciente del coste de producción de las distintas tecnologías de generación eléctrica, donde se puede ver la competitividad actual de las tecnologías renovables.
Figura 2: Evolución del LCOE según tecnología. Fuente: Lazard
La energía producida por las centrales de generación se vende en un mercado mayorista. ¿Cómo funciona este mercado? Como una subasta de electricidad (GWh) para cada hora del día, según las ofertas realizadas y las necesidades de consumo estimadas con anterioridad. La complejidad de este mercado reside en que se estiman distintas cantidades de consumo en cada hora y las tecnologías participantes tienen determinadas capacidades técnicas para responder a cambios en la generación y demanda que se producen en periodos de tiempo muy cortos. Por lo tanto, el mercado tiene una gran volatilidad de precios y se hace muy complicado predecir su comportamiento a largo plazo.
Figura 3: Evolución (2004-2018) del precio medio diario del mercado eléctrico español. Fuente: OMIE
Para un IPP partícipe en un mercado eficiente, la única manera de poder cubrirse de la volatilidad de precios y vender la electricidad producida a un determinado precio, que compense la inversión realizada, es mediante un producto derivado (opciones, futuros, sintéticos y PPAs). Es decir, a través de un PPA que no deja de ser un contrato bilateral entre un productor y un consumidor por el que se fija un precio de compra-venta para una determinada cantidad de electricidad (MWh) durante un plazo de tiempo acordado de antemano.
Clases de PPA
Existen distintos tipos de PPA, pero principalmente se agrupan en 2 grandes grupos:
- PPA Físico, hace referencia al intercambio físico de la electricidad, es decir, el activo generador debe ser capaz de identificar exactamente cuánta electricidad está proveyendo al consumidor. Este tipo de PPA es sencillo cuando el activo está ubicado en el perímetro del consumidor (PPA Físico-Onsite), por ejemplo, en la cubierta mediante placas fotovoltaicas.
- El PPA Virtual (o sintético) es una cobertura financiera en la que ambas partes firman un contrato de permuta de flujos de efectivo que dependen de un subyacente que es el precio de la electricidad en el mercado. No existe intercambio físico, pero el activo de generación existe y permite respaldar la operación. En el PPA Virtual el activo de generación vende su producción al mercado y según precio horario. Por el otro lado, el consumidor compra la electricidad con normalidad a través de su comercializadora y al precio de mercado. Pero gracias al PPA, ambos tienen directamente un intercambio de flujos de efectivo, de tal manera que si el precio del PPA es de 40€/MWh y el IPP está vendiendo a mercado a 65€/MWh, liquidará 25€/MWh a favor del consumidor, y si el precio de mercado fuese de 31€/MWh, el consumidor liquidará a favor del IPP 9€/MWh.
Desde un punto de vita contable, el PPA Físico equivale a un contrato de suministro a largo plazo (NIC 2, NIC 11 y NIC 17 según corresponda) y el PPA Virtual es un instrumento financiero (NIC 39).